Cada 2 de febrero, el calendario medioambiental nos invita a dirigir nuestra mirada hacia unos de los ecosistemas más vitales y, paradójicamente, más amenazados del planeta, los humedales.

Actualmente, existen más de 2.525 humedales de importancia internacional que abarcan una superficie de 257.491.218 hectáreas.

Estos ecosistemas son fundamentales para la captura de carbono, por lo que su degradación y mala gestión representan un riesgo significativo para la vida humana y los medios de subsistencia.

Dada su importancia este día fue proclamado por la ONU para promover precisamente su conservación y revertir la pérdida de estos ecosistemas.

Historia del Día Mundial de los Humedales.

La celebración del Día Mundial de los Humedales no es una fecha arbitraria, conmemora la firma del Convenio sobre los Humedales en la ciudad iraní de Ramsar, a orillas del mar Caspio, en 1971.

El “Convenio de Ramsar” es un tratado intergubernamental que adoptaron más de 170 países y sentó las bases para la acción nacional y la cooperación internacional en pro de la conservación y el uso racional de estos valiosos entornos.

Esta convención permite a sus participantes declarar zonas protegidas, aplicar medidas eficaces para proteger sus humedales, así como intercambiar información entre los países miembros.

La efeméride se celebró por primera vez en 1997 y, desde entonces, ha servido como un altavoz global para sensibilizar sobre el deterioro acelerado de marismas, turberas, llanuras de inundación, ríos, lagos y deltas.

Su objetivo es claro, subrayar la importancia crítica de los humedales para la humanidad y el planeta, movilizando a gobiernos, organizaciones no gubernamentales y a la sociedad civil para revertir su pérdida.

Humedales, fuente de biodiversidad.

Más allá de su innegable belleza paisajística, los humedales son zonas de tierra que se inundan, (ya sea permanentemente o durante un ciclo estacional) creando así un ecosistema híbrido entre acuático y terrestre.

Entran dentro de la categoría de humedal las ciénagas, esteros, marismas, oasis, pantanos, turberas, así como las zonas de costa inundadas por la acción de la marea o humedales generados por el hombre como bancos de coral o arrozales.

Desde el año 1900 la acción del ser humano ha destruido un 64% de los humedales del planeta, a pesar de lo eficientes que son estos ecosistemas controlando el cambio climático o acogiendo una flora y fauna rica y variada, son el ecosistema más atacado y, por tanto, es nuestro deber recuperar y mantener estas áreas cuya biodiversidad es crucial para la salud del planeta.

Los humedales son drenados para generar zonas de cultivo o construcciones. También la sobreexplotación, la contaminación y el cambio climático amenazan la supervivencia de este ecosistema.

Importancia social y ambiental de los humedales.

Los humedales actúan como verdaderos «riñones del planeta«, filtrando contaminantes y purificando el agua que consumimos. Son esponjas naturales que absorben el exceso de agua de las lluvias e inundaciones, protegiendo así a las comunidades humanas y a las infraestructuras de los cada vez más frecuentes fenómenos meteorológicos extremos.

Desde una perspectiva de biodiversidad, son un hervidero de vida. Albergan más del 40% de las especies vegetales y animales del mundo. Además, desempeñan un papel insustituible en la regulación climática, ya que las turberas, por ejemplo, almacenan el doble de carbono que todos los bosques del planeta juntos.

Su valor social es incalculable, proveyendo alimentos, agua dulce, materiales y sustento a millones de personas, además de ofrecer espacios para el ocio, el turismo y el bienestar espiritual. Protegerlos es, en esencia, proteger nuestro propio futuro.

Humedales de España

Lemas del Día Mundial de los humedales.

La temática anual del Día Mundial de los Humedales pone el foco en los desafíos y oportunidades más acuciantes. En los últimos cinco años, los lemas han trazado una hoja de ruta clara hacia la acción:

Lema 2025: Proteger y restaurar los humedales para nuestro futuro común.

Este lema profundiza en la interconexión indisoluble entre la salud de los humedales y la salud de la humanidad, resaltando la importancia de estos ecosistemas para el bienestar humano y la sostenibilidad del planeta.

Nos recuerda que estos ecosistemas son la fuente de nuestra agua potable, nos proporcionan alimentos y medios de vida, y nos protegen de desastres naturales. La campaña de este año se centra en cómo la conservación y restauración de los humedales es una inversión directa en nuestro bienestar físico, económico y mental.

Lema 2024: Humedales y bienestar humano.

Este año destacó la importancia que tienen estos ecosistemas para la salud, tanto física como mental y ambiental para las personas. Se hizo hincapié en que más de mil millones de personas en todo el mundo dependen directamente de los humedales para su sustento, invitando a una reflexión sobre cómo nuestras decisiones diarias impactan en su conservación.

También en la necesidad de cambiar la forma con la que nos relacionamos con ellos, y poner medidas para conseguir una correcta gestión de los mismos para asegurar nuestro propio porvenir.

Lema 2023: Es hora de restaurar los humedales.

En sintonía con el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas, el lema fue una llamada urgente a la acción.

Se puso de relieve que no basta con conservar los humedales existentes, sino que es imperativo invertir recursos y esfuerzos en recuperar aquellos que han sido degradados. Un mensaje directo a profesionales de nuestro sector para liderar proyectos de restauración eficaces y duraderos.

Lema 2022: Acción en favor de los humedales para las personas y la naturaleza.

Este tema fue un llamamiento a la acción tangible. Se instó a gobiernos, empresas y ciudadanos a invertir capital financiero, humano y político en la conservación de los humedales.

El mensaje fue claro: las acciones, por pequeñas que parezcan, son cruciales para salvar estos ecosistemas vitales y asegurar los servicios que nos prestan.

Lema 2021: Los humedales y el agua.

En un mundo donde la escasez de agua dulce es una amenaza creciente, este lema subrayó la relación inseparable entre ambos.

Nos alertó sobre la crisis del agua que estamos viviendo y que afecta tanto a las personas como al planeta, así como la destrucción de los humedales que son los principales ecosistemas que permiten la disponibilidad de agua dulce.

Conservación de humedales

Más lemas del Día Mundial del Medioambiente.

Como sucede con el resto de días internacionales, a cada año se le asigna un lema. Este es el que vertebra las acciones a seguir desde su celebración hasta la entrada del siguiente día mundial. A continuación, exponemos algunos lemas más:

  • 2020: Los humedales y la biodiversidad.
  • 2019: Los humedales y el cambio climático.
  • 2018: Humedales para un futuro urbano sostenible.
  • 2017: Humedales para la reducción del riesgo de desastres.
  • 2016: Humedales para nuestro futuro: Medios de vida sostenibles.
  • 2015: Humedales para nuestro futuro.
  • 2014: Humedales y agricultura: Juntos en pro del crecimiento.
  • 2013: Los humedales cuidan del agua.
  • 2012: Turismo de humedales: una gran experiencia.
  • 2011: Bosques para agua y humedales.
  • 2010: Cuidar de los humedales: una respuesta al cambio climático.

Desde la perspectiva del sector agronómico y de la restauración del paisaje, la celebración de días como este es de una relevancia capital. A menudo, la agricultura ha sido vista como un factor de presión sobre los humedales, pero hoy, más que nunca, la ingeniería agrónoma, la bioingeniería y el paisajismo son parte esencial de la solución.

Nuestro conocimiento en gestión del suelo y del agua, en selección de especies vegetales autóctonas para la fitorremediación o en el diseño de infraestructuras verdes, es clave para desarrollar sistemas agrícolas sostenibles que coexistan y beneficien a los humedales.

Estos días nos recuerdan que la responsabilidad es compartida. Profesionales de múltiples disciplinas, desde la ingeniería, arquitectura paisajística, a viveristas, tenemos el deber y la oportunidad de colaborar.

Al integrar la conservación y restauración de humedales en cada proyecto, no solo cumplimos con un imperativo ético, sino que construimos paisajes más resilientes y funcionales con el que poder hacer un mundo mejor y más sostenible.