El Morus nigra, popularmente conocido como morera, se utiliza como árbol de sombra aislado o en alineaciones en paseos, ya que tolera bien la contaminación urbana.

Uno de sus inconvenientes como árbol urbano, es que sus frutos manchan el suelo y los vehículos que se colocan a su sombra en época de fructificación.

Su madera es apreciada en tonelería y tornería, siendo la corteza de su raíz antihelmíntica.

Árboles de Morus nigra

Morera negra

La morera es su nombre común y Morus nigra el científico. También se le conoce con otros nombres, como moral, morera negra o moral negro

Pertenece a la familia de Moraceae y tiene su origen en Persia, aunque actualmente se halla muy extendido a nivel mundial por su cultivo.

Como árbol, el Morus nigra puede alcanzar los 15 metros de altura. Es un árbol caducifolio de crecimiento rápido, de tronco corto con la corteza agrietada. Posee una ramificación densa, con largas ramas que constituyen una copa de aspecto amplio e irregular.

Sus hojas verdes de limbo ancho son grandes y se disponen alternas, rugosas por ambas caras, algo acorazonadas, de entre 7 y 20 centímetros de longitud, que, en otras épocas, se utilizaban como alimento de los gusanos de seda para la industria textil de la seda.

Sus flores crecen en racimo, son pequeñas y poco vistosas, que al madurar dan lugar a un fruto de color negro-violáceo comestible, de dos a 3 centímetros de largo. Este se llama mora y son muy apreciados por los pájaros. Técnicamente, el fruto es un racimo compuesto por varias drupas pequeñas. Destacar que sus flores masculinas crecen en amentos pedunculados y las femeninas, en amentos subsentados.

El Morus nigra se diferencia principalmente del Morus alba por sus hojas más oscuras y con el envés peloso a lo largo de los nervios, así como por las características de sus frutos (las moras), que son de mayor tamaño de color púrpura negruzco.

Este fruto es refrescante y se consume directamente o elaborado en confituras, jarabes y bebidas.

Cultivo del Morus nigra

La morera es un árbol muy rústico y resistente que soporta los climas fríos e incluso la sequía. Como se ha adelantado, tolera la contaminación urbana.

Requiere suelos frescos y ligeros y prefiere los que son algo arenosos y calizos. De forma asilvestrada crece preferentemente en las medianías insulares, tanto en terrenos abandonados como junto a otros cultivados.

Se reproduce fácilmente mediante estaquilla. Su trasplante al campo se puede realizar en cualquier época del año cuando se encuentra cultivado en contenedor, o durante el reposo invernal cuando se planta a raíz desnuda.

Como arbolado urbano, conviene que tenga una buena formación con un tronco bien recto y pinzado para que las ramas crezcan en cruz a la altura deseada.

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