El Día Mundial del Árbol es una jornada dedicada a celebrar y concienciar sobre la importancia fundamental que los árboles tienen para la vida en nuestro planeta. Esta fecha en el calendario, es un llamamiento global a la acción para profesionales del sector ambiental, gobiernos y la sociedad en general, instando a la protección, restauración y plantación de nuestros bosques y masas arbóreas.

Hay que resaltar que no existe un único «Día Mundial del Árbol» oficial respaldado por las Naciones Unidas; que celebra el 21 de marzo como el Día Internacional de los Bosques, una fecha avalada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). En contraposición, el 28 de junio sí se conmemora el Día Mundial del Árbol, instaurado por el Congreso Forestal Mundial en 1969, aunque en muchos países también se celebra en esta fecha.

Historia del Día mundial del árbol.

La historia de esta celebración tiene sus orígenes en el siglo XIX, en un contexto de creciente preocupación por la deforestación. Fue en 1872 cuando el periodista y político estadounidense Julius Sterling Morton propuso en Nebraska la creación de un «Día del Árbol» (Arbor Day) para fomentar la plantación masiva.

Esta idea, sencilla, pero poderosa, caló profundamente y se extendió por Estados Unidos y, posteriormente, por todo el mundo.

28 de junio, Día Mundial del Árbol.

El reconocimiento a nivel global llegó en 1969, cuando el Congreso Forestal Mundial reunido en Roma acordó recomendar la celebración de un Día Mundial del Árbol el 28 de junio de cada año.

Si bien muchos países han adaptado esta fecha a sus propias condiciones climáticas para optimizar la plantación, esta jornada, junto con el Día Internacional de los Bosques (21 de marzo, proclamado por la ONU), unifica un mismo sentir: el reconocimiento del árbol como pilar de nuestros ecosistemas.

La importancia de una celebración en torno al Día Mundial del Árbol.

Para los profesionales que nos dedicamos a la restauración del paisaje, la bioingeniería o la gestión de espacios verdes, la relevancia de este día es evidente.

Los árboles no son meros elementos ornamentales; son infraestructuras verdes multifuncionales. Actúan como sumideros de carbono, mitigando los efectos del cambio climático; son esenciales en el control de la erosión, fijando el suelo con sus raíces y protegiendo taludes; y regulan los ciclos hidrológicos, favoreciendo la infiltración y la calidad del agua.

Desde una perspectiva social y urbanística, su papel es igualmente crucial. En nuestras ciudades, el arbolado urbano reduce el efecto de isla de calor urbano, filtra contaminantes atmosféricos y sonoros, y proporciona espacios para el bienestar físico y psicológico de los ciudadanos.

Para los viveristas, ingenieros y paisajistas, este día también es una oportunidad para poner en valor nuestro trabajo, recordando que cada árbol que cultivamos y plantamos es una inversión a largo plazo en la salud ambiental y la calidad de vida de las generaciones futuras.

Bosque de tipo mediterráneo en la Península Ibérica

Lemas del Día Mundial del Árbol.

En línea también con el Día Internacional de los Bosques, cuyos lemas marcan la pauta de la conversación global, los últimos años han puesto el foco en la interconexión entre los árboles y los grandes retos de nuestro tiempo.

2025: Bosques e innovación: Soluciones de nueva generación para un mundo mejor.

Este lema nos invita a mirar hacia el futuro, explorando cómo la tecnología y la innovación pueden revolucionar la gestión forestal y la restauración paisajística. Se pone el acento en el uso de drones para la monitorización y siembra, el desarrollo de nuevos materiales sostenibles derivados de la madera y la aplicación de la biotecnología para obtener especies más resilientes al cambio climático. Es un llamado a nuestro sector para integrar la I+D+i en todos los procesos, desde el vivero hasta la ejecución en campo.

2024: Bosques y salud.

La temática de este año subrayó la conexión directa entre la salud de los ecosistemas forestales y la salud humana. Se destacó el papel de los árboles en la purificación del aire y el agua, su aportación de alimentos y medicinas, y los beneficios demostrados de los «baños de bosque» (Shinrin-yoku) para la salud mental.

Para los consultores ambientales y arquitectos paisajistas, este enfoque refuerza la necesidad de diseñar espacios verdes que no solo sean estéticos, sino terapéuticos y funcionales para la comunidad.

2023: Bosques: producción y consumo sostenibles.

Este lema puso el foco en la necesidad de gestionar los recursos forestales de una manera que no comprometa su futuro. Se promovió el uso de madera certificada, la economía circular aplicada a productos forestales y la importancia de elegir bienes que no contribuyan a la deforestación.

Fue un mensaje directo a la industria y a los gestores, recordándonos la responsabilidad de equilibrar la explotación de recursos con la conservación a largo plazo.

2022: Bosques: el camino hacia la recuperación y el bienestar.

En un contexto post-pandemia, este lema resaltó el papel vital de los bosques en la recuperación económica y social. Se enfatizó cómo la restauración de ecosistemas degradados puede generar empleo verde, fortalecer a las comunidades locales y construir un futuro más resiliente.

Para las empresas de restauración y servicios forestales, fue un reconocimiento a nuestra labor como motor de una recuperación sostenible.

2021: Restauración forestal: un camino a la recuperación y el bienestar.

Este año marcó el inicio de la Década de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas. El mensaje fue claro: la restauración a gran escala es una de las herramientas más efectivas para combatir el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

Se hizo un llamamiento a la acción para revertir la degradación de los ecosistemas, un objetivo que se encuentra en el corazón de la misión de todos los profesionales que formamos parte de Restauracionpaisajistica.com.

Más lemas del Día Mundial del Árbol 28 de junio.

La tradición de asignar un lema a estas celebraciones ha permitido centrar la atención en aspectos específicos a lo largo de los años. Aquí una relación de algunos de ellos:

  • 2020: Bosques y biodiversidad: Demasiado preciosos para perderlos.
  • 2019: ¡Aprende a amar el bosque!
  • 2018: ¡Por unas ciudades más verdes, sanas y felices!
  • 2017: Los bosques y la energía.
  • 2016: Creando un futuro mejor para los bosques y el agua.
  • 2015: Los bosques: el clima es el cambio.
  • 2014: Nuestra elección. Nuestro futuro.
  • 2013: ¡Protege nuestros bosques!

Como vemos, el Día Mundial del Árbol trasciende el acto simbólico de plantar un ejemplar. Es una jornada para la reflexión, la divulgación y, sobre todo, para reafirmar nuestro compromiso profesional con la creación y el mantenimiento de un paisaje más verde, saludable y resiliente.