El Día Mundial del Suelo es una jornada dedicada a poner en valor la función crítica que desempeña el suelo en la salud de nuestros ecosistemas, la seguridad alimentaria y la resiliencia climática.

Es por ello que cada 5 de diciembre, el calendario global nos recuerda la importancia de un recurso que, pese a estar bajo nuestros pies, a menudo pasamos por alto, el suelo.

Es una fecha para que profesionales de la ingeniería, la arquitectura del paisaje, la agronomía y la consultoría ambiental reflexionemos sobre nuestra responsabilidad en su conservación y manejo sostenible.

El suelo se encuentra en binomio inseparable con la planta, hasta el punto que por separado no podrían existir. El buen equilibrio de ambos es el que dará como resultado un ecosistema estable, sostenible y eficaz en el control de la erosión.

Su correcta gestión es tan importante para la vida, que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), instituyó oficialmente el Día Mundial del Suelo como una plataforma global para la sensibilización.

Historia del Día Mundial del Suelo.

La iniciativa nació en 2002 de la mano de la Unión Internacional de Ciencias del Suelo (IUSS). Sin embargo, su impulso definitivo llegó gracias al Reino de Tailandia y en el marco de la Alianza Mundial por el Suelo.

Fue la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) quien respaldó formalmente su creación, siendo finalmente designada la fecha por la Asamblea General de la ONU en diciembre de 2013.

Se eligió el 5 de diciembre en honor al cumpleaños del difunto Rey de Tailandia, H.M. Bhumibol Adulyadej, uno de los principales promotores de esta causa. El contexto de su creación responde a una necesidad urgente, la creciente degradación de los suelos a nivel mundial por la erosión, la salinización, la contaminación y el sellado, procesos que amenazan directamente la vida en el planeta.

La importancia social del suelo como recurso finito.

Para los profesionales que ejercen su trabajo en la restauración paisajística, la bioingeniería del paisaje o el diseño de infraestructuras verdes, el suelo es el lienzo y el sustento de todos sus proyectos.

Su importancia a nivel social es transversal y absoluta. Un suelo sano es la base para producir el 95% de los alimentos que consumimos, filtra el agua que bebemos, regula el clima al actuar como uno de los mayores sumideros de carbono del planeta y alberga más del 25% de la biodiversidad mundial.

En este contexto, el crecimiento demográfico requerirá aumentar la producción alimentaria en aproximadamente un 60 por ciento y dado que una gran parte de nuestros alimentos depende de los suelos, es fácil comprender lo importante que resulta mantenerlos sanos y productivos.

Biodiversidad del suelo

Cuando un suelo se degrada, las consecuencias son devastadoras. Se pierde capacidad productiva, aumenta el riesgo de inundaciones y sequías, se contamina el agua y se libera carbono a la atmósfera, acelerando el cambio climático.

Para evitar o revertir el control de la erosión, se han creado empresas especializadas en esta materia, en la que mediante la aplicación de hidrosiembras o hidromantas en pendientes afectadas o con riesgo a sufrir una erosión estas se pueden estabilizar.

Lo mismo sucede con la aplicación de otras técnicas como son las mantas y mallas orgánicas, gaviones flexibles, geotextiles, mallas volumétricas, etc. Todas estas técnicas van acompañadas de minuciosos estudios medioambientales y supervisión de actuación.

En el ámbito de la agricultura, también se aplican técnicas, como por ejemplo aumentando la biodiversidad vegetal entre cultivos mediante cubiertas vegetales y mejorando el conjunto de técnicas agrícolas.

Por ello, este día mundial no es solo una celebración, sino una llamada a la acción para implementar técnicas de manejo sostenible, promover políticas de protección y educar a la sociedad sobre el valor incalculable de este recurso no renovable a escala humana.

Suelo sano

Lemas del Día Mundial del Suelo.

La campaña anual del Día Mundial del Suelo se centra en un lema específico que aborda un desafío particular. A continuación, se detallan los enfoques de los últimos años:

2024: El Suelo y el agua, fuente de vida.

Este lema subrayó la conexión inseparable y simbiótica entre el suelo y el agua. Se destacó cómo un suelo saludable, con buena estructura y rico en materia orgánica, es fundamental para la infiltración, el almacenamiento y la purificación del agua, recargando los acuíferos y mitigando los efectos de las sequías. Para nuestro sector, este enfoque reforzó la importancia de soluciones basadas en la naturaleza, como las cubiertas vegetales, los sistemas de drenaje sostenible o la bioingeniería, que utilizan la capacidad del suelo para gestionar los recursos hídricos de manera eficiente.

2023: Suelo y agua: una fuente de vida.

Profundizando en la interconexión del año anterior, en 2023 se enfatizó cómo la degradación del suelo afecta directamente a la calidad y disponibilidad del agua. Se abordaron problemas como la escorrentía de nutrientes y pesticidas desde suelos agrícolas mal gestionados hacia las masas de agua, así como el impacto de la erosión en la colmatación de embalses (acumulación de sedimentos). El mensaje fue claro: proteger el suelo es proteger nuestros recursos hídricos. La conservación del suelo y el agua contribuye además a la mitigación y adaptación al cambio climático.

2022: Los suelos, origen de los alimentos.

Con este lema se puso el foco en la relación directa entre la salud del suelo, la nutrición y la seguridad alimentaria. Su principal objetivo fue concienciar sobre la importancia de los suelos para una producción alimentaria, una nutrición y unas dietas óptimas, a la vez que se reivindicó un manejo sostenible que garantice la salud de nuestros suelos. Con todo ello se transmitió la idea de que la calidad nutricional de nuestros alimentos depende de la disponibilidad de nutrientes en el suelo. Un suelo empobrecido o contaminado no solo reduce el rendimiento de los cultivos, sino que también produce alimentos de menor valor nutritivo, afectando a la salud humana.

2021: Detener la salinización de los suelos, aumentar su productividad.

La campaña de 2021 se centró en uno de los procesos de degradación más amenazantes, especialmente en regiones áridas y semiáridas, la acumulación de sales. Se expuso cómo la salinización y la sodificación son graves amenazas para la agricultura y los ecosistemas naturales. Se promovieron prácticas de manejo del riego, drenaje adecuado y el uso de cultivos tolerantes a la sal como estrategias clave para la recuperación de estas áreas. En el ámbito privado, también hay empresas que han desarrollado productos como un corrector de salinidad de suelos y agua de riego. Con ello se consigue, mientras se revierte el problema, conseguir cosechas rentables en terrenos con cierto nivel de salinización.

Más lemas del Día Mundial del Suelo.

Es habitual que en los lemas del Día Mundial del Suelo (DMS), participen la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Unión Internacional de Ciencias del Suelo (UIS) y la Alianza Mundial por el Suelo (GSP). Para completar la retrospectiva de este día, estos son algunos de los lemas que han marcado esta celebración en la década anterior:

  • 2020: Mantengamos vivo el suelo, protejamos la biodiversidad del suelo.
  • 2019: Detengamos la erosión del suelo, salvemos nuestro futuro.
  • 2018: Sé la solución a la contaminación del suelo.
  • 2017: El cuidado del planeta empieza en el suelo.
  • 2016: Suelos y legumbres, simbiosis para la vida.
  • 2015: Los suelos, base sólida para la vida.
  • 2014: Los suelos, cimiento para la agricultura familiar.

Desde Restauracion Paisajistica, nos unimos a esta celebración anual como un recordatorio de nuestro compromiso profesional y ético con la protección y restauración del suelo, el pilar fundamental sobre el que construimos paisajes resilientes y un futuro sostenible.