El Thymus serpyllum es una planta silvestre que se puede usar en diversos campos. Uno de ellos es la restauración paisajística y control de la erosión.

Otro uso es como planta de jardinería, muy apreciada como planta tapizante para cubrir pequeñas superficies.

Por sus características de rusticidad, se emplea en el mundo de la xerojardinería, porque necesita menos consumo de agua que un césped y soporta un pisoteo moderado.

Y en cubiertas ajardinadas sobre tejados de naves industriales y edificios, tanto sobre obra nueva como en trasformación, contribuyendo a crear espacios ecológicos y autosuficientes.

Planta de Thymus serpyllum

Serpol o Tomillo sanjuanero

Su nombre científico es Thymus serpyllum, conocido popularmente con nombres como serpol, tomillo del monte serpolio o tomillo sanjuanero y pertenece a la familia de la Lamiaceae.

Es originario de Europa y el norte de África, estando muy extendido por su cultivo como ornamental, al margen de que se utilice en trabajos de restauración paisajística.

El Thymus serpyllum es una pequeña vivaz, de tallo leñoso con porte rastrero que alcanza hasta unos 25 centímetros de altura, aunque si se apoyan sus ramificaciones alcanzan hasta el medio metro. Esta crece, en sus hábitats naturales, sobre suelos áridos, pobres y bien drenados, soportando bien la sequía.

Florece en España entre abril y septiembre. Sus hojas son pequeñas, opuestas, lanceoladas de color verde oscuro con forma más o menos alargadas o redondeadas según el genotipo.

Existen muchas variedades o genotipos con diferentes características morfológicas fruto de selecciones naturales. Pero todas ellas tienen flores pequeñas, bilabiadas, del color en tonos rosa púrpura, agrupadas en corimbos.

Es una planta melífera y sus flores y hojas poseen aceites esenciales, así como sustancias aromáticas.

El Thymus serpyllum comparte hábitats con otras especies de laderas soleadas como el Acinos alpinus.

Cultivo del Thymus serpyllum

Los viveros que realizan el cultivo del Thymus serpyllum lo hacen en bandejas forestales para la restauración, o en macetas para su implementación en jardinería.

El cultivo es bastante fácil, con un sustrato bien drenado y riego regular. Es una planta que no solamente soporta bien la sequía, sino que la agradece.

Las técnicas de cultivo son similares a otras empleadas en otras especies de tomillo.

Su cultivo parte principalmente de semilla, aunque puede hacerse también mediante esqueje. Las plántulas se plantan en bandejas alveolares o macetas y se cultiva a pleno sol.

Es una planta que no requiere pinzados y prácticamente carece de problemas fitosanitarios.