Cada 17 de junio, se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía. Este día sirve para hacernos eco de como podemos enfrentar uno de los desafíos ambientales más acuciantes de nuestro tiempo.
Este día nos recuerda que la desertificación y la sequía afectan de manera alarmante a la producción de alimentos, al acceso de agua, a la economía y estabilidad de muchos países así como a la calidad de vida.
Así mismo se nos insta a que exijamos de manera urgente tanto a los gobiernos como a las empresas a que se comprometan a proteger nuestros suelos, restaurar los ecosistemas degradados y garantizar la seguridad alimentaria e hídrica para las generaciones presentes y futuras.
Historia del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía.
Su origen se remonta a 1994, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas, a través de la resolución A/RES/49/115, proclamó este día conmemorativo.
Esta decisión surgió a raíz de la adopción de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), el único acuerdo legalmente vinculante a nivel internacional en materia de gestión de la tierra y la sequía.
Ya en esos años la preocupación global por la degradación del suelo, especialmente en las zonas más áridas, semiáridas y subhúmedas secas, y sus dramáticas consecuencias socioeconómicas y ambientales, impulsó la creación de este día para fomentar la conciencia y la acción. Desde entonces son muchas las medidas que se están implementando en todo el mundo para poner freno al deterioro del suelo y que a su vez permitan optimizar los recursos hídricos.
La importancia social de la lucha contra la desertificación y la sequía.
La relevancia del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía va más allá de lo meramente ambiental y se adentra en los aspectos fundamentales de la estructura social y económica de las comunidades.
La desertificación y la sequía impactan directamente en la vida de millones de personas en todo el planeta, especialmente en las regiones más vulnerables. La degradación de la tierra conduce a la pérdida de la fertilidad del suelo, dificultando la producción agrícola y ganadera, lo que a su vez se traduce en inseguridad alimentaria y migraciones forzadas.
Las comunidades rurales, que dependen intrínsecamente de la tierra para su sustento, son las más afectadas, viendo mermada su capacidad de resiliencia frente a los eventos climáticos extremos.
En este contexto, se evidencia una problemática en el modelo agrícola convencional, caracterizada por el abandono progresivo de terrenos cultivables y el desgaste de la calidad del suelo.
A esto se suma, en ciertos casos, el uso excesivo e inadecuado de las aguas subterráneas, lo que puede derivar en su contaminación por agentes químicos y en procesos de salinización de los acuíferos.
Desde una perspectiva de restauración paisajística y bioingeniería, este día subraya la urgencia de aplicar soluciones innovadoras y sostenibles.
Quienes se dedican a la ingeniería agronómica, forestal, civil, al paisajismo y a la producción de viveros cumplen un papel crucial en la implementación de técnicas que permitan recuperar la salud del suelo, gestionar eficientemente el agua y reintroducir especies vegetales adaptadas que fomenten la biodiversidad y la estabilidad de los ecosistemas.
Se trata de un esfuerzo conjunto para construir paisajes más resilientes y productivos, capaces de mitigar los efectos del cambio climático y asegurar un futuro más próspero para todos.
Lemas del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía.
Cada año, el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía se enfoca en una temática específica que nos ayude hacer frente a la crisis climática.
Estos lemas tienen como fin resaltar diferentes aspectos de este desafío global promoviendo acciones concretas:
Lema 2025: Restauración de tierras y ecosistemas.
Este año 2025, el enfoque se mantiene firme en la restauración de tierras y ecosistemas, pilares fundamentales para revertir la degradación y construir resiliencia frente a la desertificación.
La campaña destaca la importancia de invertir en prácticas sostenibles de gestión del suelo, como la reforestación, la agricultura de conservación y la rehabilitación de tierras degradadas, subrayando que a pesar del gasto inicial la restauración es una inversión en el futuro de la humanidad y del planeta.
La recuperación de la salud del suelo no solo combate la desertificación, sino que también contribuye a la mitigación del cambio climático al aumentar la capacidad de los ecosistemas para capturar carbono y a la conservación de la biodiversidad.
Lema 2024: Unidos por la tierra: Nuestro legado. Nuestro futuro.
Este año, el lema enfatizó la responsabilidad colectiva en la gestión sostenible de la tierra. La campaña hizo un llamado a la acción para garantizar que las futuras generaciones hereden una tierra fértil y productiva.
Se puso de manifiesto la necesidad de colaboración entre gobiernos, organizaciones, sector privado y comunidades locales para implementar soluciones basadas en la naturaleza y políticas que promuevan la resiliencia de los suelos y los ecosistemas.
Lema 2023: Su Tierra. Sus derechos.
El 2023 se centró en los derechos sobre todo de las mujeres y jóvenes a la tierra en todo el mundo, destacando la importancia del acceso equitativo a la tierra y los derechos sobre ella.
La campaña subrayó cómo la tenencia segura de la tierra es un motor clave para la gestión sostenible de los recursos naturales y para empoderar a las comunidades más vulnerables a invertir en la salud de sus suelos. La toma de decisiones es primordial y es por ello que las mujeres y las personas jóvenes deben de estar en primera línea.
Esto es fundamental para fomentar la adopción de prácticas de restauración y mitigación de la desertificación a nivel local, como es la gestión sostenible de las tierras.
Lema 2022: Superando juntos la sequía.
El lema de 2022, puso el foco en la creciente frecuencia e intensidad de los eventos de sequía que en las últimas décadas estamos padeciendo a nivel global.
La campaña instó a la intervención preventiva y a la implementación de estrategias proactivas para la gestión de la sequía, incluyendo la inversión en sistemas de alerta temprana, la eficiencia en el uso del agua y la adopción de prácticas agrícolas resilientes.
Se enfatizó en la necesidad de establecer una cooperación transfronteriza y de políticas que permitan una adaptación efectiva a estos fenómenos extremos, y poder frenar la escasez de agua.
Lema 2021: Restauración de la tierra. Recuperación. Reconstrucción mejor.
En 2021, con este lema se trató de llamar la atención en la restauración como camino hacia la recuperación económica y social tras la pandemia de COVID-19.
A su vez se promovió la inversión en la restauración de los ecosistemas como una forma de generar empleos verdes, mejorar los medios de vida y construir una economía más sostenible y resiliente.
La campaña destacó cómo devolverle la salud a la tierra está intrínsecamente ligada a poder asegurar también el bienestar, la salud humana y el equilibrio planetario.
Más lemas del Día Mundial del Medioambiente.
Cada lema a lo largo de la historia del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía ha sido un eco de las preocupaciones y prioridades del momento, construyendo una narrativa global en torno a este desafío. Aquí te presentamos un listado de los lemas que han marcado la pauta a lo largo de los años:
- 2020: Alimentos. Forrajes. Fibra. El vínculo inquebrantable entre el consumo y la tierra.
- 2019: Construyamos el futuro juntos.
- 2018: La tierra tiene un verdadero valor. Invertir en ella.
- 2017: Enlace entre la degradación de la tierra y la migración.
- 2016: Protección de la Tierra. Restauración de la Tierra. Promover la adaptación al cambio climático.
- 2015: No hay desarrollo sin tierra sana.
- 2014: No dejamos a nadie atrás.
- 2013: No dejes que nuestro futuro se seque.
- 2012: Los ecosistemas saludables aumentan los medios de vida.
- 2011: Los bosques mantienen la tierra en pie.
- 2010: Mejorar el futuro de la tierra.
Para luchar contra la desertificación y la sequía es preciso reforzar la resiliencia frente al cambio climático.
Solo actuando con prácticas responsables podemos revertir la degradación de tierras, mejorar la productividad agrícola y garantizar nuestra alimentación.
Con este artículo además de informar, queremos conseguir promover e inspirar a la acción dentro de nuestra comunidad de Restauracionpaisajistica.com.