El Rosmarinus officinalis Prostratus es una planta aromática y condimentaria muy interesante para cubrir muros, rocallas, taludes o también como planta colgante en jardineras. Por su rusticidad es muy apreciada en jardinería sostenible para crear setos informales de bajo mantenimiento.

También es una especie utilizada en la restauración paisajística sobre suelos sueltos y permeables bien iluminados. Actúa como cubre suelos y es eficaz en el control de la erosión.

Romero rastrero

Conocido popularmente como romero rastrero, su nombre científico es Rosmarinus officinalis prostratus y pertenece a la familia Lamiaceae.

Este género de arbusto de hoja perenne y porte rastrero, al contrario que su hermano, el Rosmarinus officinalis o romero de monte, no alcanza mucha altura, unos 30 a 70 centímetros como mucho y poco más de un metro de diámetro.

Este crece buscando los espacios abiertos, incluso mostrándose en ocasiones como planta colgante. Le gusta estar a pleno sol en cualquier tipo de suelo bien drenado, siendo muy resistente a la sequía y a la caliza del suelo.

Sus hojas lineales de bordes revueltos, son de un color verde oscuro por el haz y blanco tomentoso por el envés. Al final de la primavera aparecen sus flores labiadas azul-violáceas, rosas o blancas agrupadas en pequeños racimos. Toda la planta es intensamente aromática.

Rosmarinus officinalis Prostratus

Cultivo del Rosmarinus officinalis Prostratus

El cultivo del Rosmarinus officinalis Prostratus se realiza en diferentes presentaciones según su uso final.

Su reproducción puede ser por semillas en primavera-verano, aunque lo más habitual es multiplicarlo mediante esqueje apical o interdonal. Cuando se multiplica en viveros especializados, al disponer de plantas madres e instalaciones de enraizado bien acondicionadas, pueden enraizar durante todo el año.

Así, la multiplicación es mediante esqueje en bandejas de alvéolos sobre un sustrato turboso, bien aireado, pH 6 y ligeramente fertilizado.

Si su destino es en jardinería, se enraizará en bandejas de pequeños alvéolos y una vez enraizados se trasplantarán a maceta, formato de su venta.

En cambio, si su destino es la restauración del paisaje, se enraizará en bandejas de alvéolos forestales y se trasplantará directamente al terreno definitivo.