El Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul, no es solo una efeméride, está fecha nos recuerda con un llamamiento a nivel global de la importancia de pasar a la acción contra uno de los mayores riesgos ambientales para la salud humana, la contaminación del aire.
Historia del Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul.
Este día nació en un contexto de creciente preocupación global, reconociendo que la contaminación del aire es un problema que no respeta fronteras. Es por ello que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la resolución 74/212 el 19 de diciembre de 2019, designando el 7 de septiembre como la fecha para la celebración de esta jornada internacional que es el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul.
El objetivo era claro, crear una plataforma para concienciar a todos los niveles, desde gobiernos hasta la sociedad civil, y promover acciones que mejoren la calidad del aire para proteger tanto la salud humana como los ecosistemas.
La primera celebración tuvo lugar en el año 2020, en medio de una terrible pandemia que, paradójicamente, nos mostró imágenes de cielos despejados en grandes metrópolis, evidenciando el impacto directo que tiene nuestra actividad en la calidad del aire que respiramos.
La importancia de respirar un aire limpio.
Si queremos respirar un aire limpio, reducir el aumento de la temperatura del planeta y la contaminación es prioritario abandonar los combustibles fósiles. Sustituir el uso de estos combustibles por otros es posible y necesario, ya que hay alternativas como son las energías limpias y renovables.
La implementación gradual de energías renovables como la solar, la eólica, la hidráulica y la geotérmica además de disminuir la contaminación del aire, nos ayudará a mejorar la eficiencia energética, proteger los ecosistemas y poder alcanzar la meta de que todos los países tengan acceso a la electricidad con tecnologías y combustibles limpios.
El aire contaminado que respiramos está provocando más de 8 millones de muertes prematuras al año y agravando de manera exponencial enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Además de la gravedad de estos datos la contaminación del aire también daña la vegetación, acidifica el suelo y el agua, y reduce la visibilidad y el valor estético de nuestros paisajes.
Es por ello que este día internacional cobra una relevancia social fundamental al poner el foco en la equidad. Son a menudo las comunidades más vulnerables las que sufren las peores consecuencias de la contaminación atmosférica por la inacción y la injusticia como señala António Guterres Secretario General de las Naciones Unidas.
Según sus propias palabras “La clave son políticas audaces, como la aplicación más estricta de la ley, el funcionamiento de sistemas de alerta pública y la colaboración transfronteriza.”
Para los profesionales del paisaje, la ingeniería y el medioambiente, la calidad del aire es un factor transversal en todos los proyectos que ejecutan. La lucha por un aire limpio es, por tanto, una lucha por la integridad de los ecosistemas y por la viabilidad de las intervenciones que realizan.
Por ello, esta jornada nos invita a integrar la justicia ambiental en nuestros diseños y planificaciones, promoviendo infraestructuras verdes, soluciones basadas en la naturaleza y técnicas de restauración que actúen como sumideros de carbono y filtros naturales de contaminantes, beneficiando a toda la sociedad.
Lemas del Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul.
La temática de cada año nos guía sobre las prioridades globales. A continuación, repasamos el enfoque de los últimos cinco años, incluyendo la perspectiva para este 2025:
2025: Financiando un Futuro Respirable: Inversiones para un Aire Limpio.
Este año, el foco se desplaza hacia la acción económica y financiera. Se subraya la necesidad crítica de movilizar capital, tanto público como privado, hacia tecnologías limpias, energías renovables y, de forma muy destacada para los sectores profesionales, para que se pueda invertir en infraestructuras verdes.
Proyectos como cubiertas ajardinadas, jardines verticales, parques urbanos y corredores ecológicos no solo mejoran la calidad del aire, sino que también ofrecen retornos económicos y sociales, un argumento clave para atraer la inversión necesaria para escalar estas soluciones.
2024: Juntos por un aire limpio.
Con el mismo lema que en 2023, fue un año en el que se reforzó el mensaje de la cooperación como pilar fundamental. Se hizo hincapié en la necesidad de forjar alianzas estratégicas entre gobiernos, el sector privado, la academia y la sociedad civil.
Para profesionales de varios sectores, este lema se tradujo en un llamado a la colaboración multidisciplinar, creando sinergias entre personas expertas en campos como la ingeniería y la biología o entre el paisajismo y el urbanismo, para desarrollar proyectos integrales que aborden la contaminación desde múltiples frentes, promoviendo la innovación compartida.
2023: Juntos por un aire limpio.
El enfoque de este año se centró en la importancia de fortalecer los marcos normativos y la aplicación de políticas más estrictas a nivel local, nacional e internacional. Se buscó impulsar una legislación que no solo establezca límites más rigurosos a las emisiones, sino que también incentive prácticas sostenibles en la industria, la agricultura y el transporte, áreas donde nuestras actuaciones en restauración y paisajismo tienen un impacto directo.
2022: El aire que compartimos.
Este lema puso de relieve la naturaleza transfronteriza de la contaminación atmosférica, un problema que ningún país puede resolver por sí solo. La campaña se centró en la responsabilidad colectiva y en la necesidad de una gobernanza global más sólida.
Para nuestro ámbito, esto resalta la importancia de proyectos de restauración a gran escala, como la reforestación de cuencas hidrográficas o la creación de cinturones verdes metropolitanos, cuyas beneficios superan con creces los límites administrativos.
2021: Aire sano, planeta sano.
Aquí se estableció una conexión directa e inequívoca entre la crisis de la contaminación del aire y la crisis climática. Se destacó que muchos contaminantes atmosféricos son también gases de efecto invernadero y que, por tanto, las acciones para reducir unos impactan positivamente en la otra.
Este enfoque validó la relevancia de las soluciones basadas en la naturaleza, como la fitodepuración (humedales artificiales) o el uso de plantas específicas para la captura de partículas, como herramientas de doble propósito como son la mejora de la salud local y combatir el cambio climático.
Lemas anteriores del Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul.
Es importante señalar que, aunque la preocupación por la calidad del aire es muy anterior, la conmemoración oficial del Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul comenzó en 2020. Por tanto, el histórico de lemas se remonta a ese año inaugural:
- 2020: Aire limpio para todos.
En su primer año, el mensaje fue fundacional y universal, buscando establecer una base de conciencia global sobre un derecho humano fundamental: el derecho a respirar aire puro.
Como profesionales implicados en la creación y restauración de paisajes funcionales y saludables, el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul nos recuerda el propósito último de nuestro trabajo: mejorar la calidad de vida a través de la mejora del entorno.