El Sedum sediforme es una hierba perenne suculenta capaz de desarrollarse sobre suelos muy pobres y con escasos requerimientos hídricos, facultades que la hace candidata a ser empleada es cubiertas vegetadas, en rocallas y borduras, además de como planta de restauración paisajística sobre terrenos áridos y de escasa pluviometría.

En su hábitat natural, comparte espacio con otras plantas capaces de desarrollarse sobre suelos de características similares, como por ejemplo el Helichrysum stoechas, la Santolina chamaecyparisus… o especies capaces de crecer en grietas de rocas o sobre tejados como el Sedum acre, Sedum album, etc.

Uña de gato o Uva de pájaro.

El Sedum sediforme es popularmente conocido como Uña de gato o Uva de pájaro, pertenece a la familia de las Crausuláceas (Crassulaceae) y es originaria de la región mediterránea, si bien actualmente se encuentra distribuida por diferentes regiones templadas y frías de los dos hemisferios.

Aunque es capaz de desarrollarse sobre cualquier tipo de suelos, prefiere calizos y bien drenados en exposiciones soleadas.

Es una hierba perenne suculenta, con hojas carnosas de color verde azulado y puede alcanzar más de 30 centímetros de altura, si bien su altura típica se sitúa entre los 5 y 15 centímetros.

Sus tallos son suculentos, carnosos y de crecimiento lento. Sobre ellos pueden desarrollarse raíces en sus nudos, facilitando su propagación vegetativa.

Las hojas de Sedum sediforme son suculentas y carnosas, dispuestas en modo opuestas y en espiral alrededor de sus tallos. Estas hojas carnosas sirven como reservorio de agua, permitiendo que la planta sobreviva en condiciones de cierta sequía con facilidad.

Respecto a sus flores, nacen es inflorescencias a modo de racimos con pequeñas flores de pétalos, generalmente de color amarillo brillante. Esta floración, generalmente, se produce durante la primavera y el verano. En España, florece entre mayo y septiembre.

Flores de Sedum sediforme

Cultivo del Sedum sediforme.

El cultivo del Sedum sediforme es relativamente fácil. Su propagación se realiza mediante semillas y propagación vegetativa. En el caso de empresas viverísticas, el método más empleado es el vegetativo, aprovechando las raíces que se desarrollan en los nudos de los tallos.

Su plantación o esquejado, se realiza de plantas madres seleccionadas por su vigor y sanidad vegetal, partiendo de bandejas forestales de alvéolos llenadas con un sustrato ligero, ligeramente abonado y que drene bien.

Se planta una punta o trozo de tallo en cada alvéolo, se riega y se coloca en un invernadero con luz tamizada, temperatura entre los 18 y 25 °C y sin corrientes de aire.

En pocas semanas, habrá enraizado y cuando el cepellón se encuentre bien formado y la planta aclimatada, puede o bien trasplantarse a una maceta o directamente al terreno a restaurar.

Durante su cultivo en vivero, se le darán riegos espaciados y una fertilización equilibrada tras su enraizado, del tipo 18-12-24 más oligoelementos.

El Sedum sediforme en paisajísticos y de restauración.

Su capacidad de resistir condiciones de suelo pobre y exposición al sol hace que sea una opción robusta para una variedad de entornos, con capacidad de adaptación a condiciones adversas, por so que es apta para la xerojardineria.

Así, el Sedum sediforme, como hemos avanzado, es una planta muy interesante para ser utilizada en proyectos paisajísticos para prevenir la erosión del suelo y de restauración, especialmente en áreas degradadas.

También y dada su resistencia y capacidad para desarrollarse sobre suelos muy pobres y con escasos requerimientos hídricos, es una planta muy empleada para cubiertas vegetadas, rocallas y borduras. En definitiva, una opción interesante en diseños de jardines de bajo mantenimiento.