La continua labor de investigación del departamento de I+D+i de las empresas vinculadas con la restauración del paisaje y especialmente los viveros que atienden las necesidades de este sector, han permitido la incorporación a sus producciones, nuevas especies de gran interés para la restauración paisajística.

Ejemplo de ello son dos especies recientemente comunicadas a nuestra redacción por parte de un vivero: Juncus acutus y la Rubia peregrina.

El Juncus acutus es una Juncácea que se comporta como planta vivaz que forma céspedes densos, alcanzando una altura entre los 20 y 150 centímetros. Soporta bien la salinidad, lo que la hace una planta interesante en la restauración de zonas húmedas, tanto costeras como salinas interiores.

En cuanto a la Rubia peregrina, es una rubinácea que crece como planta trepadora vivaz, típica del bosque mediterráneo, que no forma tallos leñosos, alcanzando una altura entre los 30 centímetros y los 2 metros. Su área natural de distribución incluye todo el suroeste de Europa y norte de África.

La Rubia peregrina es capaz de trepar, enroscándose y adhiriéndose a otras plantas o paredones mediante unos ganchitos que posee en las hojas y tallos. Puede crecer sobre suelos bastante decapitados, lo que la hace una especie interesante para restauración paisajística en zonas mediterráneas con suelos pobres.

Su cultivo lo realizan en bandejas forestales y las pueden suministrar en cualquier época del año.

Rana entre juncos

Aspectos de interés sobre las nuevas especies para restauración paisajística.

A la hora de analizar aspectos relevantes en torno a nuevas especies vegetales para aplicar en restauraciones paisajísticas, biólogos, ingenieros de bosques, así como empresas especializadas en la bioingeniería del paisaje, mantienen la atención e interés sobre aspectos como:

  • La biodiversidad y los ecosistemas locales, en las que las nuevas especies vegetales pueden adaptarse y contribuir a la estabilidad de los ecosistemas naturales en diferentes regiones geográficas.
  • Otro aspecto es las funciones ecológicas de las mismas, como la fijación del nitrógeno, la prevención de la erosión del suelo y su capacidad para atraer y mantener la fauna local.
  • También se tiene en cuenta la sostenibilidad a largo plazo de las especies vegetales, así como su resiliencia en sus ecosistemas frente al cambio climático y otros desafíos ambientales, mostrando su capacidad para sobrevivir en condiciones extremas y variadas.
  • Sin olvidar su impacto en proyectos de restauración paisajística, así como sus técnicas de propagación, plantación y mantenimiento de estas especies. Además de su avance en la mejora genética o métodos innovadores de su implementación en la bioingeniería del paisaje.

Cultivo de plantas forestales en vivero

¿Qué debe tener en cuenta un vivero especializado en la producción de plantas para la restauración del paisaje?

Los viveros especializados en la producción de plantas para la restauración del paisaje deben tener en cuenta una serie de aspectos clave para asegurar tanto el éxito de sus objetivos como la calidad de sus plantas producidas.

El conocimiento especializado en la materia es vital, por lo que contar con un equipo de expertos en botánica y horticultura, que entiendan y comprendan las necesidades específicas de las plantas utilizadas en el vivero y posteriormente en la restauración del paisaje, debe ser un hecho.

Así como la identificación y cultivo de las especies nativas o adaptadas, especialmente en la región específica donde se realizarán los proyectos.

Deben asegurarse de utilizar sustratos de alta calidad que proporcionen un medio propicio para el crecimiento de las plantas y que este, permita su continuidad en el terreno de plantación definitivo.

De igual interés, está el implementar técnicas de propagación adecuadas, como semillas, esquejes o injertos, según el método más adecuado para cada especie y genotipo.

En un contexto de sostenibilidad, utilizar prácticas de cultivo sostenibles y respetuosas con el medioambiente, minimizando el uso de fitosanitarios a favor de fauna auxiliar u otros métodos.

Antes de su salida del vivero, aclimatar las plantas al entorno local, exponiéndolas gradualmente a las condiciones del lugar donde serán plantadas para aumentar su resistencia y supervivencia.

Y mantener el etiquetado claro de las plantas con información precisa sobre la especie, el origen y los registros detallados de cada lote de plantas, cumpliendo con la legislación vigente.

Un aspecto a tener en cuenta es el evaluar regularmente la calidad de las plantas producidas y recopilar información de los clientes para realizar mejoras continuas en los procesos de cultivo en los viveros.

Tendencias en nuevas plantas para la restauración del paisaje.

Constantemente se incluyen en los catálogos de plantas de vivero para la restauración del paisaje, nuevas especies, fruto de las necesidades que se van dando en el desarrollo de proyectos específicos. Por ello, es difícil hablar de tendencias. Sí, en cambio, y a modo de ejemplo, exponer algunas de las especies más habituales en estos últimos tiempos.

Spartina alterniflora (espartina). Esta planta es comúnmente utilizada en proyectos de restauración de humedales y zonas costeras debido a su capacidad para estabilizar el suelo, prevenir la erosión y proporcionar hábitats para la fauna local.

Quercus spp (robles). Diferentes especies de robles son fundamentales para la restauración de bosques y áreas naturales. Son árboles nativos que proporcionan hábitats para la fauna y contribuyen a la biodiversidad local.

Achillea millefolium (milenrama). Es una planta perenne que es resistente a la sequía y a menudo se utiliza en proyectos de restauración debido a su capacidad para estabilizar el suelo y su resistencia a las condiciones adversas.

Carex spp. Estas especies son hierbas perennes que son importantes en la restauración de humedales y áreas húmedas. Ayudan a prevenir la erosión del suelo y proporcionan hábitats para diversas especies de aves y mamíferos.

Juniperus spp. (enebros). Son arbustos y árboles resistentes que a menudo se utilizan en proyectos de restauración en áreas áridas y semiáridas. Son resistentes a la sequía y proporcionan cobertura para la fauna.

En todos los casos, es importante tener en cuenta que las especies seleccionadas para la restauración del paisaje deben ser nativas o adaptadas localmente para garantizar su supervivencia y promover la biodiversidad en el área específica del proyecto. Además, deben ser compatibles con el ecosistema circundante y las condiciones del suelo y el clima.

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