La geología en zonas de asentamientos urbanos no siempre es llana y como consecuencia, en muchas ocasiones se tiene que urbanizar en zonas con distintos niveles.

Estas zonas conllevan desniveles que, si el terreno es susceptible a la erosión, crean taludes inestables, o en el mejor de los casos, simplemente antiestéticos. En estos casos, si no se desea actuar mediante muros de hormigón o similares, está la opción de la aplicación mediante bioingeniería de taludes en zonas urbanas, Para ello la utilización de mantas orgánicas y sintéticas facilita la implantación vegetal y con ello la revegetación, integrando estos desniveles de forma más paisajística.

Aplicación de taludes en zonas urbanas

Por lo general, la mejora de estos paisajes en zonas ubicadas en entornos urbanos, conlleva la restauración de taludes difíciles que, por lo general, ofrecen sensaciones de deterioro y abandono.

Un ejemplo de ello es este es talud ubicado en el pueblo de Alfacar (Granada – España), obra gestionada por Objetivo Erosionzero y cuyo objetivo ha sido el ayudar a su integración paisajística y medioambiental.

Aplicación de taludes en zonas urbanas

El empleo de mantas orgánicas y sintéticas facilita la implantación vegetal

En este proyecto de bioingeniería del paisaje, se ha optado por el empleo de una manta orgánica sintética verde. Esta ofrece:

  • Dada su tonalidad cromática, contribuir desde su implantación a tener la tonalidad que se pretende obtener finalmente del talud.
  • Permite controlar la erosión del suelo de una forma casi permanente.
  • Posibilita la implantación vegetal de especies arbustivas y aromáticas, que, en este caso, han sido distribuidas en masas para que constituyan la visión final del diseño paisajístico deseado.

Aplicación de taludes en zonas urbanas

Desde el mismo momento de la instalación de una manta orgánica sobre este talud urbano, se han conseguido resultados eficientes en la facilidad de la implantación vegetal como, por ejemplo:

  • Se evita la pérdida de suelo, especialmente al haber tenido que realizar hoyos para las plantaciones sobre un talud recién trazado.
  • Se facilita la ejecución de riegos sobre toda la superficie en pendiente o localmente sobre las plantas.
  • Ejerce un efecto acolchado para mantener las mejores condiciones de humedad del suelo para el desarrollo de las plantas.
  • Mantiene y mejora la estructura superficial del suelo, así como fomenta las propiedades biológicas de este.

Como consecuencia final, un talud más estable, tendiendo a ser más estructural y biológicamente más estable.